m8riela No puedo imaginar mi vida sin nuestra mascota Kitsu, esto ya lo he explicado muchas veces en mi blog. Cabe recalcar que en estos tiempos de pandemia mucho mérito se ha llevado nuestra mascota al momento de distraernos de confinamientos y toques de queda .
Recientemente, Kitsu cumplió dos años y por supuesto, lo celebramos cómo debía ser( comprándole chuches y juguetes), aunque yo lo he celebrado artísticamente puesto que, últimamente Kitsu ha adoptado un espacio narrativo en mis dibujos, en mi vida, y finalmente ¡he vuelto a dibujar!… y también a tener trabajo como artista de caricaturas.
Nuestro zorrito japonés rojizo. Juguetón, independiente y gruñón tiene su encanto natural. Dormido o despierto.
Digitalizar los dibujos no lo hago siempre, porque a veces prefiero dibujar directamente desde la tableta.
También he experimentado con acuarela dibujos rápidos.
Después del incidente del pipican, en donde le mordieron una pata, ya no visitamos el parque de perros.
Es que el mismo perro no es capaz de volver al lugar donde le atacaron, especialmente los días domingos. De lunes a sábado puede ir a hacer sus necesidades al parque pero los domingos no camina, se pegan sus patitas al suelo y no se mueve. Su nueva normalidad después de haber sido atacado en el parque, es acompañarnos a hacer recados por el barrio.
Como personajes de Hilda nos encaminamos hacia aventuras cotidianas.
compras en el supermercado, paseos por el barrio de Gracia o el Parc Güell,
tomar la siesta…
Por mi, lo llevaría a todos lados. Menos a mi boda… pero a todos lados.
Mis dibujos no solo describen nuestras vivencias ( y ocurrencias), también nuestras emociones.
